lunes, 20 de septiembre de 2010

Sueño que no olvidaré




“Siempre soñaba estar en la junga”, me dijo Emira Cataluña, su madre, evocando los 12 años después de los pormenores de aquel dia infernal. El día que iba a ser su graduación, Miguel Ortiz se despertó muy tempranísimo para ir al aeropuerto a recoger a su mamá que llegaba de Arequipa. Había soñado que se encontraba perdido en la selva y que era perseguido por un animal muy salvaje y peligroso, pero al despertarse sintió una alegría ya que estaba asustado porque estaba siendo devorado

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